martes, 14 de septiembre de 2021

Lo atractivo y cautivador de "ser el primero"

Hace algunos años, varios amigos, y otros no, coincidimos en la presentación de un libro en la librería de Ediciones Universal en Miami. Entre saludos y apretones de manos, comenzó un intercambio de historias relacionadas con los intelectuales y el periodismo cubano. Un editor de libros, me sugirió que escribiera "mis memorias" y mis experiencias en la prensa humorística y en el "nebuloso" mundo de las artes plásticas relacionado con las caricaturas.


El editor, dijo una frase que despertó mi interés: "...tal vez tú podrías ser el primero en contar anécdotas de la prensa humorística cubana vista desde dentro".


La idea de "ser el primero" ya la había escuchado en una ocasion anterior dicha por una estudiante de la Escuela de Artes y Letras de la Universidad de La Habana: “...usted debería escribir un libro con sus experiencias en los semanarios humorísticos, sería interesante conocer su mundo visto desde dentro de una redacción, nadie lo ha hecho hasta ahora”.

En varias ocasiones he recordado ambas sugerencias, pero nunca me las había tomado en serio... hasta ahora. 

"Ser el primero" me ha cautivado más que contar aburridos chismes que no le interesan a nadie acerca de los semanarios humorísticos cubanos.


La importancia de "ser el primero"

La frase "yo fui el primero en hacer o decir..." pretende mostrarnos la superioridad intelectual que antecede a las ideas dichas o hechas por otro; aunque, quien afirma haber sido "el primero", está consciente, o tal vez no, del carácter temporal de su "primero", pero insiste en decirnos en sus escritos que "él fue el primero..." para reafirmar su ego intelectual.

"Ser el primero", en muchas ocasiones, genera sendos debates entre escritores e intelectuales por atribuirse la autoría de un término o una frase.

Cuando acuñaron los términos "trumpismo", "trumpista" y "anti-trumpismo" en los años de la administración del presidente Donald Trump, los términos eran usados para referirse a su política, a sus seguidores y a sus opositores. Cuando se puso de "moda", rápidamente hubo reclamos por la autoría del término --incluidas las conjugaciones--, en varios escritos, artículos y en sesudos ensayos afirmando que "yo fui el primero".
Otra cosa curiosa y llamativa del término "ser el primero", es la diversidad de escritos que analizan o reclaman la autoría de un término o de una frase. En otros casos, se escriben sesudos artículos para desacreditar las afirmaciones de cualquier otro colega que haya dicho que "fulano fue el primero en decir o hacer tal o cual cosa...".

Al igual que con el término "trumpismo" que define una política, también se han creado otros y frases que han producido exhaustivos análisis y controversias para definir quién fue "el primero" que dijo: "Patria o Muerte"; "Patria y Vida"; "La historia me absorberá"... entre otros menos destacados.

Pero aún quedan muchos términos y algunas "sutiles" frases rondando en los escritos de las redes sociales que ningún intelectual ha reclamado su paternidad ni su Copyright. Tampoco hemos escuchado en los "circulos literarios" o en las "clasicas" controversias entre los intelectuales cubanos acreditarse los términos "comunistoide" (para referir a un comunistas de mierda), "pinchos" (a la nomenclatura cubana), "guataca" (a un adulador), "chicharron" (peor que un guataca), "jinetera" (prostituta que busca en las calles turistas extranjeros para ofrecerle sus "servicios") y montón más... 

Recientemente, la prensa han acuñado un nuevo término: "Bideninflación" que, hasta ahora, nadie ha reclamado la autoría del término.


Lo atractivo y cautivador de "ser el primero"

Cuando publicaron mis primeras ilustraciones en el semanario humorístico El Pitirre del periódico La Calle, en ese momento no pensé en lo "importante" que es "ser el primero", ni en la "relevancia" que tiene para algunos artistas y escritores cubanos escribir "algo primero", inventar una palabra o un término "primero que todo el mundo" y luego recalcar en sus escritos "yo fui el primero que...".

Para esa época, el ego, engreimiento y la altivez aún no habían echado raíces en mi ingenuidad de niño-adolescente. Tenía catorce años. En ese momento me sentí muy honrado de ser el primero al que publicaban un dibujo en El Pitirre siendo niño. Debí sentir mucho orgullo de ser el primero en ilustrar un cuento humorístico en ese semanario, pero no me di cuenta de ello. Ni que era el primero entrar en la redacción del periódico La Calle con sólo catorce años. Reconozco que, por ser el primero, debí haber tenido mucho más orgullo y un inmenso placer por los halagos y elogios de destacados y consagrados caricaturistas; pero mi ingenuidad de niño-adolescente impidió que me percatara de la importancia y de lo cautivador que sería para un artista en un futuro "ser el primero" en todo.

Nota:
Años después, vinieron más "yo fuí el primero", pero esa es otra historia que les cuento otro día.




Definicion:
El adjetivo primero viene el vocablo latino primarĭus, que se traduce como: “en primera posición” y está formado por dos componentes: primus, que equivale a primero, y al sufijo -ero, que indica pertenencia.

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